El curioso origen de esta forma de conducción que se practica en el 34% del mundo.
Inglaterra no es Europa, no pertenece a ningún grupo, es un pedazo de tierra aislado y exclusivo, orgulloso de su independencia. En la historia siempre ha sido así, ellos juegan en otra liga que nada se parece a la del resto del continente. Conservadores y fieles a su tradición, son ejemplo claro de hábitos mantenidos: monárquicos convencidos, apasionados del cricket, reflejo de la exquisitez, .... Aún perdura en ellos el espíritu de épocas pasadas con su famoso té a las cinco y una libra orgullosa que se opone a desaparecer. Son otra estirpe ajena a los cambios, decidida a cumplir sus propias normas y sobrada de elegancia sin riesgo a la equivocación. Son únicos, hasta en su manera de conducir le han ganado la batalla a la generalidad. Nadie en el viejo mundo lo hace por la izquierda a excepción de sus personas (en el mundo es práctica en más de cincuenta estados), pero a fin de cuentas da lo mismo son tan chulos que quizás al resto, en alguna ocasión, les gustaría ser inglés.
En lo que respecta, al origen de esta curiosa regla de circulación tiene un comienzo muchos años atrás. En la edad media e incluso en tiempo del Imperio Romano, las peleas a caballo conllevaba que el luchador (diestro en la mayoría de los casos), colocaba su espada en el lado izquierdo de la montura. De tal manera en la lucha con el enemigo, podría sacar la espada rápidamente y atacar al adversario con la derecha.
Posteriormente los cocheros tenían el control de las riendas del carruaje con la mano izquierda y sujetaban el látigo de fustigar con la derecha. Esta combinación no les permitía conducir por el lado diestro, ya que al intentar armar el latigazo contra los caballos cuando retrocedieran una vez castigado el animal le darían a los viandantes (zas en toda la boca) que paseaban junto alcarruaje o a pasajeros que venían en dirección opuesta.
En consecuencia se adoptó una solución: los vehículos circularían por el lado izquierdo, así el látigo en su retroceso de pegada impactaría en el centro de la vía, sin secuelas para los peatones. Además, hay quien asevera que se buscaba la libertad de movimiento con la mano derecha para poder asir un arma blanca, en caso de ataque contra el conductor.
Sin embargo, concluida la etapa de carros de tiro y caballos en la mayoría de los países se optó por la conducción en el carril derecho (mayor facilidad para el cambio de marchas a la derecha), aunque los ingleses defensores a ultranza conservaron su tradición.
Un cambio donde a la Revolución francesa se le presupone un peso capital, debido a lo siguiente: antes del proceso revolucionario era una diferencia exclusiva de las clases privilegiadas, por lo que una vez suprimida la costumbre fue exportada gracias a la expansión napoleónica al resto del continente. Con excepción entre otros de Inglaterra, no conquistada por Napoleón. Aunque también se afirma que es Napoleón y su condición de zurdo quien obligó a conducir por la derecha, con el objetivo de tener su brazo cerca de la espada. Cuanto menos resulta una curiosa evolución.
A continuación, un mapa actual de la distribución por países de la conducción por derecha (azul) o izquierda (rojo):
En lo que respecta, al origen de esta curiosa regla de circulación tiene un comienzo muchos años atrás. En la edad media e incluso en tiempo del Imperio Romano, las peleas a caballo conllevaba que el luchador (diestro en la mayoría de los casos), colocaba su espada en el lado izquierdo de la montura. De tal manera en la lucha con el enemigo, podría sacar la espada rápidamente y atacar al adversario con la derecha.
Posteriormente los cocheros tenían el control de las riendas del carruaje con la mano izquierda y sujetaban el látigo de fustigar con la derecha. Esta combinación no les permitía conducir por el lado diestro, ya que al intentar armar el latigazo contra los caballos cuando retrocedieran una vez castigado el animal le darían a los viandantes (zas en toda la boca) que paseaban junto alcarruaje o a pasajeros que venían en dirección opuesta.
En consecuencia se adoptó una solución: los vehículos circularían por el lado izquierdo, así el látigo en su retroceso de pegada impactaría en el centro de la vía, sin secuelas para los peatones. Además, hay quien asevera que se buscaba la libertad de movimiento con la mano derecha para poder asir un arma blanca, en caso de ataque contra el conductor.
Sin embargo, concluida la etapa de carros de tiro y caballos en la mayoría de los países se optó por la conducción en el carril derecho (mayor facilidad para el cambio de marchas a la derecha), aunque los ingleses defensores a ultranza conservaron su tradición.
Un cambio donde a la Revolución francesa se le presupone un peso capital, debido a lo siguiente: antes del proceso revolucionario era una diferencia exclusiva de las clases privilegiadas, por lo que una vez suprimida la costumbre fue exportada gracias a la expansión napoleónica al resto del continente. Con excepción entre otros de Inglaterra, no conquistada por Napoleón. Aunque también se afirma que es Napoleón y su condición de zurdo quien obligó a conducir por la derecha, con el objetivo de tener su brazo cerca de la espada. Cuanto menos resulta una curiosa evolución.
A continuación, un mapa actual de la distribución por países de la conducción por derecha (azul) o izquierda (rojo):
0 comentarios:
Publicar un comentario