"¡Proteja su tiroides!". "¡Tenga a mano una herramienta para prevenir problemas en caso de contaminación nuclear!".
Señuelos como estos han comenzado a proliferar estos días entre el 'spam' que habitualmente promociona el uso de Viagra o los tratamientos de alargamiento de pene.
El miedo siempre es un buen reclamo para aumentar las ventas, y el temor a las posibles consecuencias de un accidente como el ocurrido en Fukushima no iba a ser una excepción. Con el planeta pendiente de los riesgos de la radiación, muchos están intentando hacer su agosto particular con la venta de "remedios" a través de internet.
Uno de los productos más publicitados por estas webs de dudosa procedencia son las tan mencionadas pastillas de yoduro de potasio. Es cierto que estas píldoras se emplean en caso de accidente nuclear para saturar la glándula tiroides e impedir que se fije en ella el yodo radiactivo. Sin embargo, en ningún caso pueden considerarse un 'antídoto' contra la radiación, tal y como ha señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un comunicado.
"No protegen frente a la radiación externa ni contra sustancias radiactivas que no sean el yodo radiactivo. Pueden causar complicaciones en ciertas personas, por ejemplo, las que sufren trastornos renales, razón por la cual la administración de pastillas de yoduro de potasio sólo debe efectuarse si las autoridades de salud pública lo han recomendado expresamente", ha subrayado el organismo en un documento elaborado después de constatar que muchas personas estaban haciendo un acopio indiscriminado de medicamentos de este tipo.
"No se pueden tomar como medida preventiva ya que podrían provocar un trastorno grave de tiroides", coincide Santiago Cuéllar, jefe del departamento técnico del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
Este especialista advierte, además, de los importantes riesgos que conlleva comprar fármacos a través de internet, una vía que no garantiza "ni la calidad, ni la seguridad, ni la eficacia de los productos" y que puede poner en peligro la salud de los consumidores.
"Siempre hay que rechazar estos medicamentos ya que ni siquiera permiten conocer qué es exactamente lo que se está tomando", continúa Cuéllar, que recomienda cumplir en cualquier caso las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
"En el hipotético caso de que sucediera un accidente similar en España ni siquiera servirían las presentaciones de yoduro potásico que se venden habitualmente en las farmacias ya que están diseñadas para paliar estados carenciales [como en el embarazo] y tienen una cantidad mucho menor del principio activo", señala.
"Los preparados de seguridad de yoduro de potasio se mantienen en reservas estratégicas y sólo deben administrarse en el momento y de la manera que lo indiquen las autoridades de salud pública. Utilizar otros preparados de este tipo de otro modo sólo supone un riesgo para la salud", concluye.
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