Ahora un grupo de internos seleccionado por la dirección realiza la limpieza.
Limpian en despachos donde se guardan las llaves o el material antidisturbios.
Reclusos de una cárcel limpiando las oficinas donde funcionarios de prisiones guardan las llaves de sus celdas o todo el material antidisturbios para actuar en caso de conflictos internos. Esta imagen tan surrealista es, en realidad, lo que está sucediendo en Puerto II, la prisión ubicada en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María, según ha denunciado la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP).
Una situación tan paradójica, ha asegurado el portavoz del comité ejecutivo de de dicha agrupación, Juan Carlos Sánchez, que viene motivada por las restricciones presupuestarias que se están llevando a cabo en la mayoría de centros penitenciarios de toda España.
"Las mujeres del servicio de limpieza por horas contratado por la cárcel, que antes sí venían a las oficinas interiores, se limitan ahora sólo a las exteriores". Esta circunstancia "anómala" ha obligado a que diez presos elegidos por la dirección de Puerto II se encarguen diariamente de la limpieza de las dependencias donde trabajan decenas de funcionarios de prisiones.
Un grave problema de inseguridad
ACAIP entiende que la eliminación de dicho servicio en los despachos internos genera un grave problema de inseguridad. "Nosotros guardamos aquí de todo: desde las llaves de todas las celdas y del resto de locales, hasta informes de presos".
De esta manera, ha explicado Juan Carlos Sánchez, ahora los reclusos fijados para acometer dicha labor tienen acceso a todas las dependencias donde se custodian los materiales de primera intervención y control de los módulos, así como a la documentación depositada en dichas dependencias, ya sea administrativa, de seguridad o de carácter personal de los propios internos.
"Esto supone un serio retroceso porque nos han quitado un servicio que conseguimos que se adjudicara hace diez años a una empresa privada", ha añadido el portavoz de ACAIP.
Además, según ha explicado el portavoz de ACAIP, los reclusos tienen ahora que mantener pulcra y aseada también la sala de enfermería, donde se practican curas, consultas médicas o extracciones de sangre. “Creemos que no es lógico que ellos se encarguen de esto”, afirmó Sánchez. “La desinfección de toda esta zona es esencial para la salud de los encarcelados”, apostilló.
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